Siempre recomiendo no invertir en tecnología para automatizar procesos hasta que no se sepa para qué y por qué se necesita la tecnología.
Lo primero que hay que hacer es fijar un destino claro para que, después, se pueda elegir el mejor tren que nos lleve a ese destino.
Elegimos viajar en un tren de alta velocidad
En el 2011 las empresas de nuestros clientes perdían dimensión, a la empresa que le gestionábamos 20 nóminas, en aquel momento le pasábamos a gestionar 10, otros clientes dejaban su labor y algunos no nos pagaban, pero los Recursos Humanos que necesitábamos eran los mismos.
Estaba claro que había que hacer algo diferente si queríamos continuar ganándonos la vida como asesores de empresas.
Menos trabajo y los mismos asesores en el sector, o incluso más. Sobre todo aquellos que salían de la banca y, debido a la situación, se ponían a ofrecer gestión de contabilidades.
Este servicio se convirtió en un océano rojo lleno de tiburones que se devoraban entre ellos.
¿Qué queríamos ser de mayores? Nos pusimos a pensar…
Había que ponerse a trabajar en la eficiencia y la productividad. Vimos 3 vías claras para la automatización de nuestros procesos contables:
1. Automatización de los procesos contables
Nos permitiría mejorar nuestra eficiencia y productividad y así podríamos competir en el mercado de la gestión de contabilidades. De esta forma, si antes un asesor/a podía gestionar 10 contabilidades, ahora podría gestionar 15.
Entonces había que poner en marcha un plan comercial que nos permitiera atraer a más clientes o crecer mediante adquisiciones.
2. Reducción de los Recursos Humanos
Si automatizábamos los procesos contables mejoraríamos la eficiencia y la productividad por tanto, si voy a continuar haciendo lo mismo, necesitaré menos RRHH. Esta es una decisión que a los asesores, como a tod@s los empresarios, nos cuesta mucho tomar. Y es que siempre existen vinculaciones familiares, consanguineidad, muchos años de trabajo con las mismas personas, etc.
3. Dedicación al cliente
Si automatizábamos los procesos contables mejoraríamos nuestra eficiencia y la productividad por tanto, el tiempo que antes le dedicábamos a picar asientos, podíamos dedicarlo a pasar más tiempo con los clientes, a conocerles mejor, a ofrecerles otros productos, en definitiva, a ayudarle a que su empresa funcione mejor.
Una vez que teníamos la información al día podíamos identificar los factores clave de la empresa, marcar objetivos y acciones que nos llevaran a conseguir dichos objetivos.
Fin del trayecto
Esta era la parada a la que queríamos llegar puesto que, al fin y al cabo, tener las contabilidades al día es nuestra actividad de menor valor. Nos pusimos a automatizar todos los procesos contables, dejamos de picar asientos y comenzamos a pensar en cómo podíamos ayudar a nuestro cliente para que su empresa marchara mejor.
Las empresas en general, necesitan profesionalizarse, tener el control de sus actividades y tiempos; saber en qué situación se encuentra, si está ganando o si está perdiendo, etc.
Las empresas no fracasan por falta de visión o por que la idea no haya sido buena, las empresas fracasan por una mala gestión.
¿Quieres viajar con nosotros?
Y aquí es donde nosotros, desde Sanjuan y con Tunuve, os ayudamos a mejorar el Control de la Gestión de vuestras empresas para que los resultados no dejen de convenceros.