El curriculum vitae es un documento que resume una carrera profesional y sirve como carta de entrada para acceder a una posible entrevista de trabajo.
Al ser la primera impresión que reciben los reclutadores es importante que esté muy cuidado tanto en imagen como en contenido. Debe ser atractivo y a la vez sencillo, que incite a la lectura y que refleje el perfil del profesional mediante datos muy concretos y relevantes para el puesto. El personal de RR.HH puede recibir miles de currículums, por eso, la prioridad principal es despertar su atención.
Para lograr redactar un buen currículum debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
Ser concisos
Un curriculum vitae no debería tener más de dos hojas. Es muy recomendable modificar el currículum en función de la demanda del puesto y elegir muy bien qué aptitudes o experiencias destacamos o dejamos en el tintero.
Debe tener una buena imagen y ser legible
Hay que evitar por encima de todo las faltas de ortografía y utilizar un lenguaje sencillo con frases cortas. No se trata de decir mucho sino de destacar aquello que sea relevante para el puesto al que optamos. A la hora de mostrar la experiencia se debe subrayar en negrita los nombres de las empresas y los centros de estudios. A su vez, se recomienda ser coherentes con las fechas en la experiencia laboral.
Separa la información por categorías
- Información personal: debe tener un apartado propio donde incluyamos teléfono, mail de contacto y una dirección para ubicarnos geográficamente. Se puede añadir una página web (siempre y cuando esté relacionada con nuestra actividad profesional) o el link a un perfil de alguna plataforma de currículums online.
- Fotografía: hay quien opta por no poner fotografía pero siempre es recomendable. La empatía con el reclutador es un factor clave a la hora de ser seleccionado y un currículum con foto siempre es más fácil de recordar. La imagen no debe ser muy oscura y debemos aparecer de frente y en actitud profesional.
- Información académica: aquí se incluye todo lo relativo a nuestra formación: títulos, idiomas y conocimientos. Hay que intentar ser claros y no dar por hecho que el entrevistador ya conoce nuestras habilidades: aclarar que tenemos conocimientos en ofimática, aunque parezca obvio, es muy valorable para según qué puestos de trabajo.
- Experiencia profesional: Como ya hemos dicho, debe estar enfocado a la oferta de trabajo a la que optemos. Añadir experiencias de trabajo muy cortas puede no aportar nada así que hay que ser selectivo. Es importante remarcar algún logro en las funciones desempeñadas y presentar la experiencia de manera cronológica (los saltos en el tiempo pueden confundir al reclutador). Cuando tengamos un periodo vacío por desempleo o formación es necesario justificarlo ya que es muy probable que nos pregunten por ello en la entrevista.
- Capacidades: este apartado es delicado. Debemos evitar incluir tópicos o usar ciertas palabras muy manidas. Los entrevistadores pueden haber leído 50 currículums con las mismas habilidades. Para destacar, se deben incluir logros concretos, capacidades personales válidas sin correr el riesgo de ser repetitivos. Hay que ser creativo pero sin pasarse.
Carta de presentación
Siempre es recomendable incluir una. La carta de presentación no debe repetir lo que ya pone en el currículum, es el espacio en el que podemos hablar de nosotros y poner en valor datos diferentes.
Últimos consejos
Algunos de las prácticas menos recomendables a la hora de presentar un currículum:
- No imprimir muchas copias iguales. Es mejor intentar adaptar cada curriculum vitae a la oferta de trabajo o a la empresa.
- No entregar fotocopias, intentar que sea un currículum original, da mejor imagen.
- No mentir, es contraproducente.
- Cuidar la imagen, que la primera impresión sea buena.