Se nos junta el hambre con las ganas de comer, (Concentración y Crisis)
Y es que el tejido empresarial está viviendo un activo e intenso fenómeno de concentración de empresas. Esta concentración de empresas se atisba como necesaria. Se hace necesario que aparezcan uno o varios referentes sectoriales. Resultan imprescindibles coberturas más amplias, y que posibiliten métodos de gestión más eficientes, el acceso a mayores recursos económicos y economías de escala, todo ello redunda en una mayor calidad de los servicios prestados y en la dignificación de estos.
Cuando la crisis aprieta, las primeras afectadas por la asfixia financiera son las PYMES. La quiebra de sociedades aumenta, el ritmo de crecimiento cae y el paro se dispara, mientras que los bancos no conceden créditos.
Y es que el empresario en España, por lo general no apuesta por introducir dentro de su estrategia de negocio el apartado adquisiciones y fusiones. Además debemos destacar que la estrategia de vender se considera socialmente reprobable. (Parece que el que vende muere)
Por lo general la gestión del cambio en los procesos para ganar dimensión se percibe como una barrera en las empresas.
En las fusiones, la complejidad del proceso (planificar la transición, integración de culturas de empresa diferentes, adaptación de los procesos internos,…) y la lucha por el poder (dirección única, liderazgo,…) pueden plantear obstáculos que generan miedos en las industrias a una posible fusión.
Además confirmamos que el grado de cambio que se avecina es, sin lugar a dudas, el más infuso de la historia de la humanidad.
El motivo por el que vemos con tanto respeto la decisión de apostar por la fusión viene motivada, fundamentalmente, por el perfil del empresario general del sector que responde a una estructura familiar y cerrada, con una actitud regionalista y poco abierta a sinergias que podría aportar a la empresa. Esta actitud provoca que la empresa no vea nada más allá que estancarse o diversificar su oferta local, en lugar de buscar herramientas para ganar dimensión y presencia fuera de la región.
Va llegando el momento de mojarnos y escribir cuáles consideramos que son los factores claves de éxito, imprescindibles para que una fusión tenga sentido.
De lo que estamos convencidos es que si juntamos cuatro empresas con cuatro problemas, lo único que conseguiremos será una muerte más lenta.
Para que esta aventura tenga sentido será imprescindible contar con una “partitura”; la mayoría de las empresas de alquiler de maquinaria actúan como una banda de Jazz, de forma natural, improvisando, y en la mayoría de los casos el director toca además algún instrumento. Necesitaremos un director de orquesta y una partitura, como herramienta fundamental para que esta opción comience a tener alguna posibilidad. Esa partitura deberá dejar muy claro ¿Qué queremos ser? ¿Dónde Queremos llegar?
Por poner un ejemplo a principios de los 60, Komatsu era una empresa pequeña (la tercera parte de su gran competidos, Caterpillar). En menos de veinte años han sido capaces de retarles globalmente. ¿Cómo lo lograron? Tenían claro donde querían llegar, su misión tenía mucho que decir: Acorralar a Caterpillar” era su obsesión.
Se hace imprescindible un nuevo escenario que apueste por dimensión, con un proyecto orientado a la diversificación e internacionalización.
Apostando por la dimensión se accede a una economía de escala y se consiguen costes más bajos, por tanto, beneficios más altos.
De veras, convencidos de que estamos ante uno de los escenarios más difíciles, el cambio que estamos viviendo en los últimos años es incomparable al de décadas o siglos anteriores. La velocidad del proceso es muy intensa y debemos conocer las herramientas que nos permiten, si no predecirlo, al menos intuirlo y los empresarios deberán actuar de manera muy rápida en sus tomas de decisiones, ya que todos los competidores que vayan a sobrevivir tendrán que crecer más aprisa que el mercado, aunque sólo sea para poder mantener su cuota relativa de mercado habiendo menos competidores
Todos los competidores salvo los dos que tengan cuotas de mercado mayores, o bien saldrán perdiendo y acabarán siendo eliminados, o bien se convertirán en “trampas de dinero” marginales, que anunciarán periódicamente beneficios y reinvertirán eternamente.
Por lo tanto, concluyendo, considero que una fusión solo puede tener éxito si las empresas que participan en ella piensan seriamente que pueden contribuir al éxito de nuevo proyecto. Las uniones difícilmente funcionan si la gente no respeta el producto, los mercados y los clientes de sus nuevos socios y compañeros y por supuesto insistir en que no nos pase que tengamos el mejor coche de carreras preparado en la pista y nos hayamos olvidado el piloto que lo conduce.
Posted byJuan José Hernandez Del Río @JJHdezDelRio